La nueva directora de la Guardia Civil, Mercedes González, ha tomado este martes posesión de su cargo después de haber sustituido al frente del instituto armado a María Gámez, quien dimitió por la investigación judicial a su marido en relación a supuestos desvíos de ayudas públicas.
González, ex delegada del Gobierno en Madrid, se convierte así en la segunda mujer en dirigir la Guardia Civil en sus casi 180 años de historia.
Ha asegurado que será "inflexible" contra quienes se aprovechen desde dentro del Cuerpo y manchen su imagen, y ha avanzado que aunque los mecanismos internos de control funcionan, los mejorará.
González ha hecho estas manifestaciones en su discurso de toma de posesión y ante los ministros de Defensa, Margarita Robles, e Interior, Fernando Grande-Marlaska, un acto al que no ha asistido su predecesora, María Gámez, quien dimitió del cargo por la imputación de su marido en un caso de irregularidades en ayudas públicas.
"Nada ni nadie, ninguna estrategia política y ningún abuso particular puede marchar la inmensa limpieza de la Guardia Civil", ha recalcado González en alusión a los casos Cuarteles, Mediador y Grapa que salpican al Cuerpo.
Casos a los que se ha referido también Grande-Marlaska, quien ha calificado de "irresponsable comportamiento ético de un muy reducido grupo de guardias civiles que dañan el Cuerpo", a la vez que ha advertido que esas "reprobables" acciones no quedarán sin sanción.