La calvicie preocupa a muchas personas. Los tratamientos actuales ofrecen soluciones estéticas con la reposición del pelo perdido pero lo científicos quieren ir más allá. Investigadores de la Universidad de Upsala (Suecia) tratan de encontrar la clave que hace que las crines de los burros se mantengan fuertes y no se pierdan.
Y para ello se ha seleccionado un asno de la Asociación El Burrito Feliz, en Hinojos (Huelva). Un animal de 34 años que goza de buena salud a pesar de que no ve por un ojo. Llegó a este santuario de jumentos tras una intervención del Seprona y aquí pace al aire libre en compañía de otros semejantes.
Mortadelo, que es cómo se llama el pollino, puede tener en su sangre y en las muestras de sus crines la fórmula para acabar con la alopecia. Y son las crines lo que interesa a los investigadores suecos, porque estas cerdas del cuelo y la cabeza de los burros, a diferencia de otro pelaje, no se pierde a lo largo de su vida.