Durante el juicio político a Donald Trump en el Senado se han podido ver imágenes inéditas del ataque al Capitolio por su partidarios del pasado 6 de enero.
Los "fiscales" demócratas del segundo juicio político a Donald Trump perfilaron este miércoles al expresidente de Estados Unidos como el "incitador en jefe" de la turba que asaltó el Capitolio, y le acusaron de "alentar deliberadamente" la violencia para intentar mantenerse en el poder.
"Las pruebas demostrarán que Donald Trump abdicó de su papel como comandante en jefe y se convirtió en el incitador en jefe de una insurrección peligrosa", dijo el "fiscal" jefe del "impeachment", el legislador demócrata Jamie Raskin. "Les dijo (a sus seguidores) que lucharan como si fuera el infierno, y ese día nos trajeron el infierno" al Capitolio, añadió.
En el pleno del Senado, donde se desarrolla el juicio político, los "fiscales" proyectaron vídeos grabados el 6 de enero por las cámaras de seguridad del Capitolio que no habían salido a la luz hasta ahora, así como grabaciones también inéditas de las comunicaciones policiales por radio de ese día.
Los vídeos también mostraron cómo el personal de la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se atrincheró en un despacho muy poco antes de que la turba llegara a la oficina de esa congresista demócrata, a la que "la multitud habría matado si la hubieran encontrado", según Plaskett. "El presidente Trump puso una diana en sus espaldas (de Pence y de Pelosi) y envió a una turba al Capitolio para cazarlos", sentenció Plaskett.
Los "fiscales" argumentaron que, con sus denuncias sin pruebas de fraude electoral, Trump sembró durante semanas las semillas del asalto al Capitolio, y después de provocar la furia de sus votantes, les empujó a actuar, con un discurso ese día en Washington en el que instó a sus seguidores a marchar hacia el Congreso y luchar.
"(Trump) construyó esta turba a lo largo de muchos meses, repitiendo los mismos mensajes hasta que creyeron que les habían robado sus votos, y les incitó para poder utilizarlos para robarse las elecciones", resumió el "fiscal" demócrata Eric Swalwell.
Los responsables de la acusación son conscientes de lo improbable que es que el proceso termine en una condena para Trump, puesto que para ello se necesitaría un mínimo de 67 votos (dos tercios del Senado), y los demócratas solo controlan 50 escaños de la cámara. Sin esa condena, los demócratas no podrán conseguir su objetivo principal: la inhabilitación de Trump para ejercer cargos políticos en el futuro.
Pese a ese panorama, los "fiscales" dejaron clara la cantidad de pruebas que apuntan a la responsabilidad de Trump en lo sucedido y subrayaron varios puntos que pueden ser especialmente convincentes para los republicanos, como el grave peligro en el que estuvo Pence, un miembro de su partido. "Después de lo que hemos visto hoy, no sé cómo el presidente Donald Trump podría ser elegido para la Presidencia de nuevo", dijo a los periodistas la senadora republicana Lisa Murkowski, una de las más moderadas y que está pensando en votar para condenar a Trump.
Se espera que los "fiscales" terminen este jueves su alegato contra Trump y den paso a los argumentos de los abogados del presidente, quien no tiene previsto testificar en persona.