Eugenio y Soledad son un matrimonio de 92 y 85 años, respectivamente. Viven en Brunete y llevan 15 meses soportando a un okupa en la casa contigua.
Denuncian que el okupa provoca multitud de problemas y eso que la vivienda okupada es de su propiedad por una herencia. Un martirio al que una empresa de desokupación intentará hoy poner fin.
El okupa, Yeray, da otra versión y die que está en la casa con autorización de su amigo que murió sin descendencia. Eugenia y Soledad, alegan que son los herederos, al ser primos del fallecido.