Aseguran que la guerra de Ucrania ha precipitado todo, pero lo cierto es que ya había fecha para el final de la participación rusa en la Estación Espacial Internacional (EEI). En 2024. Las agencias espaciales que financian la mayor estructura en órbita creada por la Humanidad tienen sus propios planes.
Estaciones privadas suborbitales, estaciones cislunares, turistas espaciales. Un nuevo sector en el que la cooperación no es tan necesaria. Rusia tiene sus propios lanzadores, cápsulas y proyectos para mantener en órbita de manera prolongada sus tripulaciones.
EEUU no, pero ahora ya tiene su vehículo orbital Dragon de la mano de SpaceX y una de sus prioridades es la vuelta a la Luna con el programa Artemisa. China va por libre, tiene ya su propia estación espacial que acaba de ser ampliada con otro módulo, sus propios cohetes, cápsulas y el programa más ambicioso para Marte.
Canadá, Japón y la Agencia Europea en la que participa España colaboran en menor medida en la EEI y mantienen proyectos a parte de investigación y exploración espacial. Así que el anuncio de una posible salida rusa de la EEI no ha pillado por sorpresa a casi nadie, aunque EEUU esperaba que Rusia mantuviera su participación hasta 2030.
Son las naves rusas las que principalmente avituallan y llevan y traen las tripulaciones de la Estación. y además son las encargadas de elevar la órbita de la EEI cada vez que está cae hacia la Tierra atraída por la fuerza de la gravedad.