Las altas temperaturas, los incendios y la situación de los embalses, que no llegan a la mitad de su capacidad, han provocado que la situación de sequía sea crítica en varias regiones españolas, que ya han empezado a tomar medidas de restricción.
En Pontevedra se han implantado medidas excepcionales en los usos del agua para piscinas y riego de jardines a consecuencia del déficit de precipitaciones en los últimos dos años.
Los periodos de escasez serán más intensos mientras el consumo de agua vaya en aumento, advierten los expertos, con el sector agrícola en el punto de mira.
“Las industrias ganadera y agrícola están utilizando el agua de una manera excesiva y además la están contaminando”, lamenta Celia Ojeda, responsable de biodiversidad de Greenpeace.
Prohibida el agua de las fuentes
En Cataluña, las reservas de agua están al 44%, lo que ha llevado a limitar el riego agrícola y a prohibir el agua de las fuentes.
Es el caso de pueblos como Vacarisas, donde no sale ni una gota de agua de las fuentes y los vecinos sufren restricciones de agua desde las 23 horas hasta las 9.00 horas.
No es el único municipio, ya que en más de un centenar hay limitaciones en el consumo de agua o en el llenado de piscinas.
Una situación que podría llevar a la declaración de alerta en septiembre si persiste la falta de lluvias en las zonas más afectadas, advierte el Gobierno de Navarra, que ha hecho un llamamiento a consumir la cantidad de agua estrictamente necesaria.