700.000 coches se desguazan cada año y de ellos se puede aprovechar mucho, pero antes tiene que pasar por un proceso de calidad que garantice que aunque es de segunda mano está como nuevo.
Lo primero es descontaminar el coche, después se identifican las piezas que pueden tener una segunda vida y que suelen ser la carrocería y la iluminación.
Todo el proceso está informatizado por lo que ya no hace faltar ir desguace a desguace buscando la pieza que necesitamos.
El taller la consigue con un solo clic y ahí solo queda montarla.
Por eso este tipo de reparaciones se has disparado un 50% en el último año. Más económicas y más sostenibles porque también reducen la cantidad de residuos.