Zaragoza ha activado la alerta amarilla ante la crecida del Ebro que esta mañana inundaba las riberas de la capital aragonesa.
1.600 metros cúbicos de caudal que ha anegado un polideportivo y un restaurante aunque sin llegar a ocasionar daños en su interior. Bomberos y Protección civil trabajan para minimizar los efectos del pico de la crecida que, esperan, en las próximas horas se vaya desplazando.
El Gobierno de Aragón mantendrá hasta este sábado el Plan Especial de Protección Civil de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones (PROCINAR) en fase de Emergencia Nivel 2 como medida de prevención y seguridad tras la llegada de la crecida del Ebro a Zaragoza, con un caudal de 1.670 hm3/sg, ligeramente por encima de una avenida ordinaria.
En la Ribera Alta del Ebro el nivel del agua ya está en descenso, tras alcanzar ayer picos de 2.000 metros cúbicos por segundo, por lo que el puesto de mando avanzado, ubicado en Luceni, también se traslada ahora a la localidad de Pina, en la Ribera Baja, desde donde esta tarde se coordinarán todos los efectivos que se mantienen activos para atender cualquier incidencia así como para vigilar la resistencia de las motas y poder llevar a cabo cualquier intervención urgente.
Este sábado, a media mañana, se volverá a reunir el Centro de Coordinación Operativa en el que se valorará, como ha apuntado el director general de Interior, la posibilidad de desmovilizar alguno de los efectivos si se constata que ya no son necesarios.
En la capital aragonesa también están controlados los diferentes puntos inundables y se ha aprovechado para reforzar la mota de Torre Urzáiz en Movera.Además se ha avisado a vecinos de Torre Urzaíz y Torre Sacha para que estén preparados en el caso de que fuera necesario desalojar, y para los vecinos del Actur, cuyos garajes habitualmente se inundan, se han preparado varios aparcamientos provisionales con unas 800 plazas