La escalada del precio de la luz ha provocado que ésta sea la semana más cara de la historia para la energía eléctrica en nuestro país. Como término medio, el megawatio hora se ha pagado a 227 euros, y según los expertos es ya virtualmente inalcanzable ese compromiso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que los consumidores paguemos lo mismo que en 2018.
Sánchez adquirió ese compromiso el 5 de septiembre en una entrevista al Diario el País, y ha repetido la promesa en varias ocasiones. Dijo que haría que los consumidores paguen una cuantía similar y semejante a la que pagaron en 2018, que pese a la escalada de los precios este año pagaremos de luz lo mismo que en el 18.
“La misma factura o, por decirlo en términos más coloquiales, el mismo recibo de la luz que en 2018”, dijo. Es, repite una y otra vez Sánchez “un compromiso que tengo firme, un compromiso concreto”
Acude a Bruselas en busca de una estrategia común, es octubre, no acaba bien, no se la aceptan y la Prensa insiste en si mantiene la promesa a lo que responde que mantiene el compromiso.
Faltan 35 días para que acabe el año y dicen los expertos que la promesa es ya inviable. “Es imposible que la factura iguale a la de 2018”, dice Jorge Morales, experto en Energía Eléctrica. Si hoy el megavatio hora supera los 220 euros en 2018 rondaba los 60 .
“A pesar de que es verdad que la bajada del IVA ayuda a paliar esta subida resulta muy complicado que podamos situarnos en cifras similares”, dice Laura Cardenal, de Selectra
Aún más, tendrían que eliminar la factura de diciembre. “Tendría que ser la factura de Diciembre cero, evidentemente esto no es posible”, señala Morales.
Y no solo no es posible sino que lo más probable es que la factura suba. “La perspectiva no es nada positiva ya que llega una ola de frío”, dice Cardenal, por lo que es probable que se dispare el uso de la calefacción y suba más la factura este mes de diciembre.
Y esta escalada de los precios energéticos amenaza con paralizar grandes industrias. Con el gas disparado, empresas del sector del azulejo, como Porcelanos o Pamesa, soportan subidas de sus costes energéticos de un 25%, que les obliga a plantearse, incluso, a parar sus hornos. Sus facturas este año han sufrido un sobrecoste de 700 millones de euros.