El volcán de Cumbre Vieja continúa con su actividad eruptiva. Tras unas horas de calma en la que se había ralentizado el avance de las coladas, nuevos aportes de lava hacían que se pusiera este martes pasado especial atención a dos lenguas que han recuperado el pulso.
Una de estas coladas ya está en el centro urbano de La Laguna y otra, la más cercana al mar, puede obligar a que se confinen los núcleos de San Borondón, La Condesa, Marina Alta, Marina Baja y el núcleo de Tazacorte. Esta medida se tomará, según el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, cuando se forme la nueva fajana y se mantendrá hasta comprobar que no hay peligro para la población por la emisión de gases tóxicos.
Aún no ha llegado a la costa. Miguel Ángel Morcuende, ya avisó ayer que en cuestión de horas se sabría qué rumbo toman estas coladas, y en función de ello habrá "mayores o menores destrozos"
La lava de una de las coladas ya ha entrado en la zona urbana del barrio de la Laguna, en Los Llanos de Aridane, a primeras horas de este miércoles, amenaza una estación de servicio cuyos depósitos de combustible ya habían sido vaciados semanas atrás, y se dirige hacia una empresa de empaquetado de plátanos.
La otra colada, más al norte, enfila el colegio de La Laguna y de seguir su trayectoria actual podría alcanzar la plaza de la iglesia, centro neurálgico del barrio, que fue desalojado completamente la semana pasada.
La actividad sísmica no cesa en La Palma. La isla ha registrado esta noche un terremoto de magnitud 4,8. Se trata del mayor desde que el pasado 19 de septiembre comenzara la erupción volcánica, según el Instituto Geográfico Nacional. El seísmo tuvo lugar a las 22.48 horas (hora canaria), con epicentro en Villa de Mazo y foco a 39 kilómetros de profundidad.
Por el momento no hay previstas más evacuaciones. Hasta ahora, la lava ha sepultado 812 hectáreas de La Palma y obligado a desalojar a unas 7.000 personas.