En Colombia sigue la búsqueda de los 4 menores que sobrevivieron a un accidente aéreo el pasado 1 de mayo en plena selva. Se esperan que estén vivos, pero desde entonces nadie los ha visto. Todo el país contiene la respiración ante la odisea de estos 4 hermanos: el más pequeño, un bebé de 11 meses.
Unidades de las fuerzas especiales del Ejército colombiano peinan la selva del Caquetá. Llaman a Lesly, la mayor de de los cuatro niños desaparecidos en la selva desde hace 18 días.
El pasado día 1 estos menores volaron en avioneta en compañía de su madre desde el remoto poblado donde vivían. Acudían al reclamo de su padre, huido previamente tras recibir amenazas de muerte de un grupo paramilitar.
Poco después de emprender el vuelo la avioneta tuvo un fallo en el motor y se estrelló en un punto casi inaccesible de la selva amazónica. El ejército colombiano tardó varios días en ubicar los restos de la aeronave. En su interior encontró los cadáveres de tres adultos: el piloto, la madre de los menores y un acompañante. Los cuerpos ya han sido devueltos a sus familiares.
Desde entonces el Ejército ha emprendido la llamada operación Esperanza. Buscan sin descanso a los cuatro hermanos de 13, 9 y 4 años, además de un bebé de 11 meses.
100 efectivos del Ejército rastrean los pasos de los cuatro niños. Se han encontrado restos de una choza, unas tijeras e incluso el biberón del más pequeño. Toda Colombia contiene la respiración a la espera de su hallazgo, sobre todo tras el error del presidente, que confirmó y luego negó que habían sido encontrados. A la conmovedora historia de estos niños se suma el debate sobre la desprotección de las poblaciones indígenas. Los cuatro hermanos pertenece a la etnia huitoto.