Es el candado de la polémca. En el centro del campamento de refugiados de San Roque dos personas han dado positivo. Para impedir que se contagie el resto de inmigrantes han puesto un candado en la valla.
Hay varias familias confinadas a la espera de las pruebas PCR y otras que denuncian que les han encerrado.
La policía ya ha acudido para investigar que sucede.
Controlar entradas y salidas
Para garantizar que se cumple este confinamiento, la ONG ha puesto un candado para controlar las entradas y salidas.
Si salen tienen que firmar un papel de que será bajo su responsabilidad y se arriesgan a no volver a ser admitidos dentro.
Desde el colectivo de familias lo niegan y denuncian que nadie les ha hablado de ese papel. “Cuando se supo el caso del covid solamente dejaron la puerta abierta y nos dijeron que estaba prohibido salir” afirma una de las afectadas por el confinamiento.
“Este señor puede tener esa enfermedad y está entre nosotros” asegura otra.