Como los últimos fin de semana, baja un poco el precio de la electricidad, que aun así marca el domingo más caro de la historia. De media, se pagará unos 146 (146,57) euros el megavatio hora.
Unos precios muy superiores a los del año pasado, que hacen que las personas dependientes de esa electricidad vivan, advierten, al límite. Respirar para ellos se ha convertido en un lujo que no saben si van a poder pagar.
Es el caso de Justo, que cuando llega a casa, rápidamente tiene que cargar su mochila de oxígeno por si tiene que volver a salir, le da tres horas de autonomía.
Desde hace años vive gracias al oxigeno que le proporcionan las maquinas, para salir, para estar en casa, para dormir y no puede estar pendiente de horas baratas o caras para tener luz, dice. La consecuencia de la subida del precio de la luz es que ahora paga el doble.
Lucía también paga más. Tiene una pensión no contributiva de 400 euros y una subida le pondría al limite.
Este es ahora su día a día. Si hasta ahora temían los cortes de luz o la imposibilidad de cargar sus mochilas en la calle, ahora lo que temen es no poder pagar la factura.