Los inquilinos de una treintena de promociones de viviendas públicas viven con la incertidumbre sobre su futuro. La comunidad de Madrid ha vendido sus casas a uno de los denominados fondos buitre, aunque una sentencia ha anulado esa operación.
Mientras, ellos siguen a la espera. “Esto es un sinvivir”. “No sabemos lo que va a pasar”. Se sienten así porque aunque los tribunales han anulado la venta, el Ivima se niega a asumir los pisos y Encasa Cibeles sigue siendo el casero y les preocupa lo que pase con su alquiler.
“No es un buen consejo dejar de pagar la renta” recomiendan.
El juzgado ha ordenado que se ejecute la sentencia y la comunidad ha empezado a incluir en el registro de la propiedad una anotación preventiva de las casas.
La comunidad ya ha publicado la sentencia en el Boletín Oficial y tiene que hacerlo en El País, pero dice que no tiene dinero. Sigue insistiendo en que la sentencia no es firme.