La Asamblea Antirracista de Madrid ha salido este sábado a las calles de la capital por quinto año consecutivo para protestar por el "sistema racista" y reivindicar los derechos de las "comunidades racializadas".
La marcha, bajo el lema 'Contra las violencias racistas y los discursos de odio', ha partido a las 17 horas de la Plaza de Neptuno y ha culminado en la Puerta del Sol, tras pasar por Cibeles, donde se encuentra la sede del Ayuntamiento, y Callao.
El acto de protesta ha contado con la presencia de varias decenas de personas, entre ellas Serigne Mbaye, secretario de Antirracismo de Podemos. "Seguimos denunciando los discursos y la violencia que se está ejerciendo contra el pueblo afro y los migrantes. Para luchar contra el racismo hay que aplicar las leyes. La Justicia no puede ser arbitraria", ha subrayado el también diputado de la Asamblea de Madrid.
Una manifestación que se celebra en la capital desde 2017 en homenaje a las víctimas de "la violencia racista" en el país y para exigir derecho para las comunidades racializadas y que coincide con el aniversario del asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez, reconocido como el primer crimen de odio racista en España, el 13 de noviembre de 1992.
Los congregados tras una pancarta en la que se podía leer 'Contra las violencias raciones y los discursos de odio', han coreado consignas contra la Ley de Extranjería o los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).
Custodiados por varios furgones de la Policía Nacional, los participantes, muchos de ellos ataviados con símbolos étnicos y banderas wiphalas, han portado carteles 'Racismo estructural, genocidio colonial', 'Papeles, crueles' o 'Marginan para explotar'.
También se ha podido ver a personas con caretas con la imagen de un hombre blanco y carteles con lemas como 'Tu privilegio blanco se construye sobre el sistema racista'.
En términos generales, el movimiento quiere así denunciar "el incumplimiento sistemático" de los derechos "sociales, laborales, políticos, civiles y económicos" del colectivo extranjero. "Denunciamos que el odio ha salido a las calles; está en los barrios, en el Congreso o en los medios de comunicación y redes sociales. Denunciamos el silencio cómplice de gobiernos, partidos e instituciones", ha explicado.
Este movimiento se manifestó por primera vez en noviembre de hace cinco años para recordar a la dominicana Lucrecia Pérez, inmigrante asesinada por tres ultraderechistas en Aravaca, en el solar de la antigua discoteca 'Four Roses'. Cuatro encapuchados accedieron al lugar y la emprendieron a tiros. Recibió dos disparos, uno de ellos en el corazón.
Días después fueron arrestados un guardia civil y tres menores, cercanos a movimientos ultraderechistas, quienes confesaron el homicidio. El guardia civil fue condenado a 54 años de cárcel mientras los menores fueron sentenciados a 24 años de reclusión.
Además de recordar a las últimas víctimas en España de la violencia racializada, el colectivo recordará también a las más de 35.000 personas muertas en el Mediterráneo intentando llegar a Europa en los últimos 15 años, el 80% de los cuales murieron ahogados, según recuerda.