La crisis migratoria en la frontera de Bielorrusia y Polonia es dramática. Ya son 11 los fallecidos en la frontera. Ha aparecido muerto un joven sirio en una zona boscosa cerca de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, ubicada en zona polaca. Mientras, el presidente ruso Vladimir Putin advierte a su homólogo bielorruso de las consecuencias dramáticas para sus relaciones si Lukashenko cierra el gas ruso a Europa.
La inminencia de una crisis humanitaria en la frontera, con cientos de migrantes, entre ellos muchas mujeres y niños, acampados en las inmediaciones, con escasez de alimentos y ropa de abrigo, con temperaturas muy bajas, preocupa a la comunidad internacional, aunque de momento solo el gobierno polaco ha reaccionado con el envío de varios convoyes con alimentos, ropa y material sanitario.
Eso sí, Polonia denuncia que las imágenes de niños acampados forma parte de una campaña bielorrusa de propaganda para, dicen, “despertar emociones”.
En el plano diplomático, Putin advierte al presidente de Bielorrusia, Lukashenko, que se lo piense bien antes de cerrar el paso de gas ruso a Europa, tal y como ha amenazado. “Esto supondría un gran daño al sector energético de Europa, dice, y no ayudaría a nuestras relaciones con Bielorrusia”.
El presidente estadounidense Biden, antes de coger el avión que le lleva a Camp David para pasar el fin de semana, asegura: “La crisis nos preocupa mucho y así se lo hemos comunicados a los gobiernos ruso y bielorruso”.
En el plano militar, Rusia está haciendo maniobras en Bielorrusia, y Reino Unido anuncia que enviará tropas a Polonia.
Turquía ha prohibido volar desde su país a los ciudadanos de Irak, Siria y Yemen que tengan Bielorrusia como destino.