Los pederastas se aprovechan de la inocencia de los niños y los engatusan con chucherías o cromos para llevárselos a donde ellos quieren. El policía local de Logroño Salvador Martí muestra en ‘Tras la pista’ el proyecto Alexia, que él mismo dirige, para demostrar lo fácilmente que un desconocido puede llevarse a un niño de un lugar público.
En un experimento realizado con cámara oculta, se puede ver cómo un total desconocido es capaz de entablar una amigable conversación con cualquier niño del parque y hacerle ir a donde él le diga.
Algunos de los padres que han participado en el experimento han roto a llorar cuando han visto el peligro que corren sus hijos. “Los niños son pura inocencia, no ven maldad en nada”, afirma Salvador Martí.