Desirée Vila era una gimnasta acrobática internacional a la que un día su sueño de seguir estando en el podio pareció torcerse al sufrir una lesión en un entrenamiento.
"Me rompí la tibia y el peroné y a raíz de una negligencia médica me amputaron la pierna derecha", nos ha contado.
Tras este fatal accidente, Desirée intentó abrirse hueco en otros deportes y encontró su camino en el atletismo gracias a una prótesis con la que podía correr.
Y no solo ha conseguido abrirse camino, sino que recientemente ya ha obtenido su primera medalla internacional.
Uno de los grandes inconveniente de las personas con alguna discapacidad que quieren practicar deporte, son los altos costes que tienen que asumir.
En el caso de Desirée, además de su prótesis para caminar, que tiene un peso de 5 kilos, necesitaba una especial para correr, mucho más ligera, flexible y que amortigüe el impacto, una prótesis que tiene un coste de 20.000 euros.
A pesar de todo, la atleta nos enseña que nada es imposible cuando uno le echa ganas y esfuerzo.
"Parece que la primera pregunta que te hacen es qué no vas a poder hacer con tu discapacidad, cuando tendría que ser que qué es lo que sí que vas a poder seguir haciendo", nos cuenta Desirée.