“Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos decidido hacer una transición este año y empezar a dar un paso atrás hacia un nuevo puesto en esta institución”, así comenzaba el comunicado oficial en el que el Príncipe Harry y Meghan Markle anunciaban que se desligaban como miembros ‘senior’ de la Familia Real.
A partir de ahora los Duques de Sussex lograrán conquistar una independencia económica, sin dejar atrás sus obras de beneficencia, y harán su vida a caballo entre Norte América y Londres. En un nuevo hogar, renunciando a todos los títulos y dándole libertad a su hijo, Archie Harrison de tan solo 8 meses.
Los motivos que han llevado a Harry y a Meghan a tomar esta decisión han sido muchos y muy variados. En primer lugar, y como el duque de Sussex ha denunciado en varias ocasiones, las críticas de la prensa a la exactriz: “Mi miedo más profundo es que la historia se repita. Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa ser víctima de lo mismo”, confesaba a la prensa.
Además, durante los últimos meses, les han acusado de gastar demasiado en viajes de Estado y de no saber equilibrar el tiempo que pasan en reino Unido y el que pasan en América del Norte. También de trabajar poco y demasiado, lo que llegó a provocar el derrumbe público de Meghan.
