En las últimas elecciones generales de 2019, los partidos gastaron 49 millones de euros en la campaña electoral en empresas de demoscopia, publicidad, impresión u organizadores de eventos, entre otros. Ahora que las próximas se celebrarán el 23 de julio, en pleno verano, muchas han liberado sus agendas a contrarreloj para la cita clave para el país.
Roberto Hervás, consejero delegado de Offsetti, explica en 120 Minutos que la inesperada cita con las urnas ha hecho que la imprenta comience a movilizarse y, aunque no estén de momento al 100% de productividad, hay mucho trabajo de preparación, como la disposición del material y los folletos de cara activar el voto por correo.
"Es un probelma muy grave, nos pilla en periodo estival y nos ha supuesto tener que reorganizar las vacaciones", se queja Hervás, que añade que además de enfrentarse al acopio de papel, son las elecciones que con menos tiempo han tenido que organizar en democracia.
A pesar de que a la hora de imprimir es más sencillo que unas elecciones autonómicas por el número de listas y partidos, es decir, menos modelos, sigue siendo iguales en cantidad. En las generales de 2019 se imprimieron cerca de 400.000 millones de papeletas y en esta imprenta esperan alcanzar hasta 25 millones de papeletas, imprimiendo de 5-6 millones al día.