El Observatorio de Servicios Funerarios reclama una rebaja fiscal en el IVA que lleve el tipo impositivo vigente, del 21%, a unos niveles más cercanos a la Unión Europea. España, según los últimos datos de la Comisión, grava todas las actividades de este sector a las mayores tasas permitidas por la legislación nacional, solo por debajo de Hungría (al 27%) y Grecia (24%). Letonia y Lituania, por su parte, comparten con España el tipo del 21%. El resto de los socios de la UE oscilan entre tasas del 20%, como la que tiene Francia, y del 0%, como la que disfrutan Portugal, Italia o Países Bajos.
Antes del año 2012, el tipo del IVA para los servicios fúnebres en España era del 8%, pero tras la crisis financiera el gravamen ascendió al 21%, y no se ha modificado desde entonces. María Dolores Asensi, presidenta del Observatorio, explica en 120 Minutos que, por ejemplo, el transporte de viajeros y sus equipajes tiene un tipo reducido del 10%, mientras que el traslado que se produce en coche fúnebre, la tasa sube en 11 puntos, poniendose al nivel de los servicios de lujo.
"En pequeñas localidades de Galicia existe el transporte de la casa al tanatorio e iglesias, parece incomprensible que se “castigue” con un 21%", denuncia Asensi.
En España, un servicio fúnebre medio supera los 3.000 euros, por lo que algo más de 600 euros van a parar a Hacienda. Así que la reducción del IVA del 21% al 10% supondría un ahorro de más de 300 euros para las familias. Teniendo en cuenta las más de 460.000 defunciones que se registraron en España en el año 2022, tendría un coste recaudatorio de apenas 140 millones de euros sobre 82.595 millones ingresados por esta figura en el mismo ejercicio.
Existen fórmulas para alternativas para una eventual rebaja. Bélgica, que tiene una tasa reducida del 6% para los servicios habituales de las funerarias, lo eleva al 21% en el caso de la instalación de criptas o monumentos. También tiene un tipo del 21% en el servicio de catering del funeral, ya que todos estos añadidos no se consideran indispensables.
República Checa, por su parte, grava al 15% los funerales de personas, pero sube el tipo al 21% en los de los animales. En Dinamarca, que mantiene un tipo exento, están excluidos los bienes como los féretros o monumentos. En Croacia y Chipre, por su parte, los servicios elementales tienen una tasa menor, que sube en lo que atañe a las urnas y féretros.
En España, a juicio de la asociación, hay varias contradicciones. Las flores y plantas vivas de carácter ornamental tienen un tipo impositivo del 10%. Sin embargo, el resto de entregas de bienes realizadas por empresas funerarias y los servicios funerarios efectuados por estas compañías y los cementerios están gravados al 21%.