Cada vez es más recurrente, sobre todo en los jóvenes, no contestar a las llamadas telefónicas por preferir siempre una comunicación a través de mensajes que evitan tener que enfrentarse a respuestas rápidas en una conversación.
Y es que, según un estudio, casi el 80% de los jóvenes experimenta aprensión y ansiedad si tiene que llamar telefónicamente.
Además, la mayoría de ellos ni siquiera tienen activado el timbre del teléfono porque ni esperan llamadas, ni tampoco tienen pensado hacerlas.
En relación a esta asunto, otro estudio señala que realizar estas llamadas es importante a todos los niveles pero, sobre todo, para fortalecer los vínculos entre los allegados.