Pablo Carreño, que cayó en cuartos de final de Roland Garros contra el serbio Novak Djokovic, afirmó que puso en aprietos al número 1 del mundo, que según él recurrió a su artimaña de llamar a las asistencias.
"Cada vez que está en aprietos suele hacerlo, quiere decir que le he puesto en aprietos, que no estaba cómodo, que he conseguido tener un nivel alto y que tuviera dudas", dijo Carreño tras caer por 4-6, 6-2, 6-3 y 6-4.
"Cada vez que se le complica el partido pide asistencia, no sé si es algo crónico en el hombro o sólo mental. Pero no me ha descentrado, sabía que pasaría, pasó en el Abierto de Estados Unidos y aquí. Y que seguirá pasando", comentó.
Carreño hizo un "balance muy bueno" del torneo y de los últimos meses, cuando jugó en Estados Unidos su segunda semifinal de un grande. "Mi nivel ha subido, vuelvo a tener el respeto de los jugadores, me ven otra vez peligroso. Cuando juego a mi mejor nivel demuestro que puedo pelear con cualquiera. Es una dinámica positiva, que está acompañada de resultados", aseguró.
Carreño aseguró que el duelo contra Djokovic no le quedó "grande" y recordó que tuvo ocasiones de rotura del saque de su rival en todos los sets. El asturiano aseguró que siente que ha recuperado el nivel que tenía hace dos años, cuando las lesiones le hicieron caer en el ránking, pero que ahora se siente mejor jugador.
"Este año he tenido mucho tiempo para entrenar, física, mental y tenísticamente. He trabajado a conciencia, el salto de calidad ha sido grande. Estamos por muy buen camino", comentó el tenista gijonés.