Es un equipo invencible. Ese es el Real Madrid. No es que lo parezca. Es que los datos le avalan. La historia no miente. Este equipo parece tener una patente secreta.
El camino de la imbatibilidad comenzó en 1998 en Amsterdam. Mijatovic acabó con una sequía que duraba 32 años. Desde aquí, segunda parada invencible en París.
En 2002, Glasgow y Zidane, quedarán en el recuerdo de la novena. Doce después, dos finales consecutivas contra el Atlético de Madrid. Primero en Lisboa en 2012 y en Milán en en 2016.
El viaje triunfal llegaba a Cardiff para levantar la decimotercera. La penúltima parada, la decimotercera en Kiev contra el mismo rival de París.
Pues si la historia se repite, París volverá a ser conquistada por este Real Madrid invencible.