Bertín Osborne, sobre sus hijas: "No las vi crecer"
En el programa de '10 Momentos', sus hijas, Eugenia, Alejandra y Claudia, hablan de su relación con sus padres: “No le podemos mencionar a mi madre porque se viene abajo, la echa mucho de menos”.
Foto: DIEZ MOMENTOS |Vídeo: Telemadrid
DIEZ MOMENTOS
“Nos casamos antes de tiempo”, así declara Bertín Osborne después de ver las imágenes de su boda con Sandra Domecq, su primera mujer. “Si me hubiera casado 8 o 9 años más tarde, hubiéramos seguido juntos”, asegura. Y es que pese a haber sido muy jóvenes, y coincidiendo con el momento de su éxito como cantante, Bertín se vio desbordado. Este momento de '10 Momentos', Anne Igartiburu se lo dedica también a sus hijas, Alejandra, Claudia y Eugenia, para que describan de una manera cercana la relación con sus padres.
Anne señala que Bertín siempre cuenta que en su vida ha tenido dos grandes equivocaciones: casarse demasiado joven y separarse. El problema fue que justo después de casarse, a Bertín le llegó la “vorágine” del éxito. Dejó de trabajar en la bodega con José María Ruiz-Mateos para empezar a cantar en televisiones y en escenarios por todo el mundo, “uno pierde así la cabeza”.
Además del recuerdo de su primera esposa, Anne aprovecha a mostrarle a sus hijas hablando de ella. Eugenia, Alejandra y Claudia coinciden en que “cuando le faltó” su madre, a él “le costó y le sigue costando” pensar en ella: “No le podemos mencionar a mi madre porque se viene abajo, la echa mucho de menos”, cuenta Eugenia.
Alejandra recuerda que uno de los momentos más bonitos que vio de sus padres fue cuando, al final de la vida de su madre, su padre le agarraba de la mano en el hospital mientras ella tenía una sonrisa “de oreja a oreja”.
Tras escucharlas, Bertín reconoce que “fue todo demasiado pronto, pero fue hasta el último día una relación fantástica”, y añade: “Todos cometemos errores en la vida, probablemente yo más que otros, pero queda ese ‘intenté arreglarlo’”.
Anne le pregunta si cambiaría algo si pudiera volver atrás, a lo que responde: “Cambiaría muchísimas cosas, todos hemos cometido 500 errores, yo procuraría no hacerlos. Cuando ellas nacieron, yo estaba en pleno vorágine musical. Hacía giras por América 2-3 meses, volvía 15 días y me iba 2 meses más. No las vi crecer, es una cosa que sí me gustaría cambiar, pero en esta profesión como te pares un poco te pasan por encima”.
Sin embargo, después de haber cometido todos esos errores, de “perderse muchas cosas” que ellas recuerdan, como “un cumpleaños que no estás”; reconoce que está haciendo un esfuerzo para que no vuelva a suceder lo mismo con sus hijos, Kike y Carlos. “Ahora mi vida es menos caótica”, cuenta. “Llevo unos años más presente en España y a mis hijos sí les veo, no quiero que me pase como con las niñas, que cuando me di cuenta, tras un año o dos de muchos viajes, me encontraba a una mujerona”.