Almudena, que anteriormente trabajaba como farmacéutica, decidió dar un giro de 180º a su vida y ahora se dedica a transformar cenizas de incendios forestales en verdaderas obras de arte.
Nos cuenta que el uso de la ceniza en cerámica “es una técnica milenaria” que ella ha traído a lo contemporáneo motivada por la “cantidad de incendios que tenemos”. Almudena utiliza las cenizas de incendios como el de Rascafría y los restos de quemas de poda para su trabajo.
Afirma que para ella, "los incendios son la metáfora perfecta de las pérdidas irreversibles". Sin embargo, ella busca darles una segunda vida y crear belleza con algo tan negativo para el medio ambiente como son los incendios.