El día de Año Nuevo de 2021 llegó a la península un aire muy frío de origen ártico y, así, Filomena se convirtió en un nombre inolvidable para los madrileños. Una borrasca que detuvo la ciudad con su manto blanco y sus bajas temperaturas.
Durante cuatro días este aire gélido y húmedo formó la tormenta de nieve perfecta. El 7 de enero se producía la primera nevada. Continuó nevando durante 36 horas sin interrupción. Los madrileños nos levantamos con una imagen que no olvidaremos en décadas.