La ciencia asegura que la venganza es propia de personas con falta de empatía, narcisistas e inseguras y sin duda, todos podemos entender esta afirmación si revisamos casos como el de Carlos SF: tenía 50 años y tras una ruptura amorosa, decidió vengarse mutilando los genitales y asesinando a la nueva pareja de su ex.
Pero la venganza no sólo se produce en contextos en los que se pretende controlar o hacer sufrir a alguien con quien se tiene un vínculo sentimental. Buenos ejemplos de venganza son también todos aquellos que tienen lugar en entornos relacionados con el narcotráfico. Un caso: el asesinato de Manuel Baulo.
Pese a que estos dos tipos de venganza son condenados por la sociedad, porque quienes los protagonizan son maltratadores o personas que viven constantemente al margen de la legalidad, hay otros casos en los que la línea del bien y del mal no está tan clara. Es el caso de María del Carmen García. Ella asesinó en 2005 al violador de su hija.
Antonio Cosme 'El Pincelito', había violado a Verónica, la hija de María del Carmen, siete años antes. Cuando se encontraron en 2005, en una marquesina, el violador se dirigió a María del Carmen diciéndole: "¿Qué tal está tu hija?".
Tras la pregunta, Cosme se fue a un bar y María del Carmen a una gasolinera, donde rellenó una botella con gasolina. Con la botella en mano, se presentó en el bar en donde estaba el violador, vació la botella encima del hombre y le prendió fuego.
María del Carmen fue condenada por asesinato, aunque su defensa se basó en una enajenación mental provocada por la violación de su hija y por el posterior comentario del agresor. No fue suficiente, y María del Carmen entró en prisión.