Un campo de refugiados en Vallecas utiliza el fútbol para encontrar un idioma común entre seres humanos de diferentes edades y procedencias.
Irene Redondo, del grupo de acción comunitaria, y Nicolás Forero, entrenador del equipo de refugiados, nos atienden para contarnos esta bonita historia.
Esta iniciativa humanitaria por el deporte ayuda a los jóvenes refugiados a evolucionar en tantos y tantos aspectos de la vida.