El templo de Debod es un regalo que el gobierno egipcio tuvo el detalle de hacer al gobierno español a cambio del millón y medio de dólares que los españolitos les dimos a ellos.
El motivo merecía la pena. Su magnífico templo de Abu Simbel iba a ser sumergido por las aguas de la nueva Presa de Asuán. Salvarlo no era barato y muchos países acoquinaron un dinerito para proteger uno de los monumentos más impresionantes de la humanidad. El templo se desmontó y se volvió a montar piedra a piedra. Reconstruirlo fue como armar un auténtico puzzle egipcio. Su ubicación en el centro de Madrid es un regalo para los viandantes.