La leche es el alimento de origen animal que más consumimos pero, en los último años, ha disminuido considerablemente y ha surgido un debate entre nutricionistas que recomiendan su consumo diario y otros que consideran necesario su consumo solo en los primeros años de vida.
Para quienes deciden no consumir más leche de origen animal, la industria alimentaria se ha volcado en ofrecer otras bebidas sustitutivas, obtenidas a base de cereales como la avena o el arroz, incluso en los bares de todas la vida.
Y para quienes prefieren seguir consumiendo leches de origen animal, la oferta es también muy variada. En las estanterías de los mercados encontramos leches enriquecidas, mejoradas o sin lactosa, aparte de la catalogación básica: desnatada, semi y entera.
Nuestra nutricionista, Mónica Barreal, recomienda precisamente tomarla entera a personas mayores y niños en edad de crecimiento ya que conserva el 100% de sus propiedades naturales originales.