"no aconsejamos si no que trabajamos la frustración", asegura David Gómez, experto en coaching
Vivimos en la era de la tecnología y las redes sociales han fomentado una aparente felicidad colectiva, el "todo es perfecto". El ideal de felicidad se ha convertido en leitmotiv y también en un gran negocio.
No alcanzar ese ideal de felicidad, provoca desmotivación, inseguridad y falta de confianza en nosotros mismos.
Es por eso que muchas personas deciden ponerse en manos de un coach. Para David Gómez, profesor de diversas escuelas de coaching, “un coach acompaña a un cliente que quiere conseguir algo y que no puede hacerlo él mismo”.
David explica que los coach "no aconsejamos si no que trabajamos la frustración", por eso "el objetivo del cliente tiene que ser realista". En España hay más de 5.000 personas que se dedican a esta profesión.
Sin embargo, Iñaki Domínguez, escritor y filósofo, considera que el coaching “es una solución simple a problemas complejos”. Además señala que “la autoayuda es algo que está asociado al positivismo”.