Más allá de abandonar el consumo de tabaco, la mejor forma de prevenir el cáncer de pulmón es si se diagnostica de forma temprana.
Una de las estrategias más eficaces para ello es hacer cribados selectivos sobre personas en riesgo y con ello no sólo aumentaría la supervivencia de los afectados, sino que ganarían calidad de vida.
Sin embargo, en nuestro país, no tenemos una estrategia para realizar ese cribado, aunque las evidencias científicas al respecto son cada más más robustas.
Luis Seijo, director del Departamento de Neumología de la Clínica Universitaria de Navarra y coordinador de “Lung Ambition Alliance” en España analiza en Fórmula Salud las ventajas de esta práctica que es coste-efectiva para que se incluya en el Sistema Nacional de Salud.