Hace apenas un año, cuando empezábamos a relajar medidas restrictivas por la pandemia de la COVID-19, la Organización Mundial de la Salud destacó el papel de los farmacéuticos en la crisis y recomendó a los estados potenciar su labor preventiva favoreciendo la dispensación a domicilio para reducir el riesgo de transmisión del virus.
Ahora, en nuestro país, la crisis del COVID-19 ha ofrecido a este colectivo sanitario una visibilidad como nunca había tenido y además ha servido para que la vocación por estudiar Farmacia se haya multiplicado de forma exponencial. Así lo refrenda en Fórmula Salud, Beatriz de Pascual-Teresa, decana de la facultad de Farmacia de la universidad CEU San Pablo y presidenta de la Conferencia de Decanos de Facultades de Farmacia quien apunta algunas de las muchas especificidades propias de este grado universitario.