En la sección diaria de Madrid Directo '¿Y tú qué harías?' preguntamos a través de las redes sociales y a pie de calle a todos los madrileños y madrileñas cómo actuarían ante diferentes situaciones cotidianas. La psicóloga Beatriz García nos explica cómo reaccionamos normalmente.
El lunes preguntamos qué haríamos si pedimos un café y el camarero sin querer nos lo tira por encima. A través de redes sociales, un 67% diría que no pasa nada y un 33% se lo recriminaría. A pie de calle, la gran mayoría diría que no pasa nada.
Beatriz nos explica que con la empatía es muy fácil conectar con el camarero, aunque nos enfademos por habernos tirado el café encima. Aquellos que lo recriminan seguramente se trate de personas muy exigentes consigo mismas y con el resto y no permitan nada los errores, afirma la psicóloga.
El martes se preguntó cómo reaccionaríamos en el caso de que en nuestra primera comida laboral pagásemos la cuenta, todos los compañeros nos hacen una trasferencia pagando su parte, excepto uno. A través de redes sociales, ele 77% pediría el dinero y un 23% no lo reclamaría. A pie de calle, alguno lo perdonarían dependiendo de la cantidad de dinero o de la situación, aunque otros no lo perdonarían.
Beatriz nos dice que en este caso llevamos muy mal que nos quiten algo nuestro, sobre todo cuando ya lo habíamos acordado antes. "Si la gente falla al pacto es porque es poco fiable". Aquellos que no le dirían nada puede ser porque les genera mucho malestar hablar de esto o porque creen que no va a pasar otras veces, pero recordamos que "el hábito hace la ley".
El miércoles se preguntó qué haríamos si en un examen nos caen preguntas que no nos sabemos. A través de redes sociales, el 63 entregarían el examen en blanco y el 37% se inventaría las respuestas o las copiaría.
Beatriz explica que al entregarlo en blanco no es que nos rindamos, sino que llevamos muy mal sentirnos tontos y que el otro lo sepa. Aquellos que si intentarían jugársela a todo seguro que piensan que no tienen nada que perder o que ya lo han hecho y les ha salido bien.
El jueves preguntamos qué haríamos si en la comida que hemos pedido en un restaurante nos encontramos un pelo. A través de redes sociales, un 89% avisaría al camarero y un 11% lo retiraría y seguiría comiendo. A pie de calle, la gran mayoría optan también por decírselo al camarero, aunque algunos lo retirarían, dependiendo también del tamaño del pelo.
Beatriz nos cuenta que la gran mayoría avisaría al camarero porque nos aparece la moción de asco, la cual nos protege de algo que nos puede hacer daño o nos sienta mal para la salud.
El viernes hemos preguntado qué haríamos si compramos un décimo de lotería con un compañero de trabajo y resulta premiado. A través de redes sociales, un 94% compartiría el premio sin lugar a dudas y un 6% se callaría y se quedaría con el premio. A pie de calle los madrileños también optan por compartir el premio.
Beatriz nos explica que aquí lo que entra en juego es la lealtad al grupo. Si alguien tiene un acuerdo y le traiciona, se trata de un individuo que, a nivel social, no es fiable. Por tanto, preferimos adaptarnos bien y ser queridos que quedarnos con el dinero.