Con una longitud de más de 1000 km de punta a punta, Finlandia es un país enorme cuyo paisaje y características climáticas varían notablemente de un extremo a otro. En el año 2006 Madrileños por el Mundo visitó Helsinki, la capital, una ciudad vibrante y muy cultural increíblemente relajante, rodeada de una exuberante naturaleza y la región de Laponia, la provincia más septentrional del país, el hogar del único y verdadero Santa Claus, con su característica luz del sol a todas horas en verano y las Auroras Boreales casi garantizadas todas las noches de invierno.
En uno de los puertos de Helsinki, a nueve grados bajo cero nos espera nuestro primer madrileño, Rafa de Aluche. Atravesamos el mar congelado para acercarnos al lugar donde Rafa trabaja restaurando veleros antiguos rescatados del fondo marino, la Isla de Suomenlinna, una antigua fortaleza militar que actualmente es patrimonio de la UNESCO. Nos sorprendemos con su curiosa Iglesia-faro y visitamos uno de los barcos en los que están trabajando. Regresamos a Helsinki para visitar el Palacio Presidencial mientras paseamos por una de sus principales calles comerciales, la calle Aleksanterinkatu, que cuenta con calefacción incorporada. Con Rafa y su novia disfrutamos de tradicional sauna finlandesa siguiendo todo el proceso, primero nos relajamos con la temperatura interior de la sauna, después sufrimos cubriendo nuestro cuerpo con nieve y volvemos al relajante calor de la sauna. Tras degustar unas deliciosas albóndigas de oso, nos despedimos de Rafa en un local nocturno donde nos espera un grupo de madrileños.
Raquel, de la Elipa, nos espera en su domicilio con su familia. Con ella recorremos el centro de Helsinki, visitando el Teatro Nacional de Finlandiay la estatua de Alexis Kivi, el mayor autor finlandés.
Tomamos un avión para llegar a la ciudad de Rovaniemi, la capital de Laponia, donde nos espera Julián de San Bernardo. En una potente moto de nieve llegamos a su casa para conocer a su mujer quien nos habla de las ayudas que el gobierno presta a las familias cuando tienen hijos y al día siguiente acompañamos a un grupo de madrileños a conocer la casa del mismísimo Papá Noel. Seguimos disfrutando de las actividades en el hielo, damos un paseo en un trineo tirado por perros y los guías nos obsequian con una sopa de salmón bien caliente.
Julián nos presenta a otro madrileño del barrio de Chamberí llamado Nacho, que también trabaja aquí como guía y nos despedimos de nuestros madrileños aprendiendo a pescar en el hielo.