Río de Janeiro no necesita presentación. Es el icono de Brasil, y este año más si cabe, porque acoge los primeros Juegos Olímpicos de la historia en Sudamérica.
Ana nos muestra la playa más famosa, Copacabana, donde propios y extraños pasean, bailan, se bañan... Tomamos el Teleférico de Pao de Açucar, inaugurado en 1912, y subimos hasta los morros, que ofrecen unas vistas espectaculares sobre la bahía. Nos montamos después en el tren cremallera que nos sube hasta el Cristo del Corcovado, la imagen más conocida no sólo de Río, sino de todo Brasil.
Entramos en Garota de Ipanema, el mítico local donde Vinicius de Moraes y Tom Jobin compusieron la conocida canción 'La chica de Ipanema', y nos asomamos a la playa de Arpoador para contemplar la puesta de sol y, con suerte (como es el caso), alguna ballena que se despista de su ruta migratoria.
Con otra Ana, en este caso de Puente de Vallecas, conocemos otro lado menos brillante de Río: nos habla de la violencia y los problemas de seguridad, las deficiencias del sistema educativo... Paseamos por la ciudad más colonial y conocemos el antiguo Palacio Imperial, hoy convertido en museo, y la iglesia de la Candelaria.
CIUDAD DE CONTRASTES
Visitamos la histórica y bellísima confitería Colombo, considerada una de las cafeterías más bellas del mundo. Y como contraste, visitamos el barrio de Santa Teresa, donde vivía la nobleza en el siglo XVIII y que hoy es uno de los focos de conflicto de la ciudad. Allí se encuentra la Escalera de Selarón, construida con miles de azulejos traídos de todo el mundo.
José María nos muestra el distrito financiero de Río, donde se encuentran los grandes bancos del país, pero también la Catedral, una pirámide de hormigón construida en 1976.
Nos trasladamos hasta Vassouras, a unos kilómetros de Río, que tuvo un pasado glorioso en la época colonial como punto de comunicación entre la capital y las zonas mineras. Completamos la excursión con la visita a la Hacienda de Sao Luiz da Boa Sorte, una impresionante mansión decimonónica dedicada al cultivo de café que hoy sirve de espacio para eventos.
Quedamos por último con Miguel, que nos muestra que hay mucha vida en las favelas más allá de la imagen de violencia y miseria que a priori se tiene de ellas. Vive con su marido en una preciosa casa junto a la favela de Pavaozinho, donde ha montado un pequeño hotel, la Posada del Ángel. Nos despedimos desde el Parque Nacional de Tijuca, la mayor selva urbana del mundo, con cerca de 4.000 hectáreas de frondosa naturaleza que sobrevive entre el caos de la ciudad.
RECOMENDACIONES DE VIAJE
Documentación: Pasaporte en vigor con 6 meses de vigencia.
Visado: En virtud de un acuerdo UE-Brasil sobre exención de visados, NO es necesario visado si se viaja a Brasil durante un período máximo de estancia de 3 meses en el plazo de 6 para fines turísticos y profesionales.
Vacunas: Brasil exige el certificado internacional de vacunación o profilaxis para el ingreso en el país solamente en el caso de proceder de uno de los países considerados como de riesgo de transmisión de fiebre amarilla en los 90 días antes del viaje a Brasil. España no se considera país de riesgo en este sentido.
Moneda: Debe viajarse con dólares o euros para poder cambiar al llegar al país porque la moneda brasileña, el real, no cotiza en el exterior. En este sentido, no existen limitaciones para la entrada con divisas por parte de turistas. Sin embargo, conviene hacer la correspondiente declaración en la aduana, ya que a la salida sólo se permitirá sacar como máximo la mitad de la cantidad introducida inicialmente. Por lo general, los cajeros automáticos funcionan bien con las tarjetas de crédito españolas. Tampoco suele haber problemas para pagar con las mismas en la mayoría de los establecimientos comerciales, hoteles y restaurantes.
Seguridad: Brasil es un país con un alto índice de criminalidad. La forma de violencia más común son los asaltos a mano armada en que se obliga a las víctimas a entregar objetos de valor y a retirar efectivo de un cajero automático. Son incidentes que pueden ocurrir a cualquier hora del día o de la noche y en prácticamente cualquier ciudad y más especialmente en las más turísticas, como es el caso de Río. Ningún barrio ofrece plenas condiciones de seguridad. En todo caso, se puede caminar por la ciudad y usar el metro, pero sólo en horas y lugares concurridos. Además, por lo general, no es aconsejable exhibir bienes que puedan atraer la atención de los delincuentes. Ha habido un aumento de robos con violencia, incluso con armas blancas, y de artículos de todo tipo, como por ejemplo bicicletas de marca. Frecuentemente, los asaltos son realizados por menores, a veces también armados. Se han registrado casos en barrios de la Zona Sul, como la Lagoa, en Barra de Tijuca y en zonas donde habitualmente se pasea en bicicleta. En el centro conviene extremar siempre la precaución, inclusive en los barrios más turísticos como Santa Teresa, Lapa y Cinelândia. Asimismo, hay que estar particularmente vigilante en los alrededores de la Rodoviaria (estación de autobuses), donde se producen robos a viajeros. Igualmente hay que estar atento a los tirones en cualquier lugar, pero sobre todo en las playas en verano, sobre todo en Copacabana e Ipanema. En las playas se está dando el fenómeno de los arrestoes, consistente en que grandes grupos de jóvenes se desplazan juntos generando confusión y llevándose lo que encuentran a su paso.
Sanidad: Por otra parte, las autoridades sanitarias de Brasil han confirmado en los últimos meses un elevado número de casos de dengue y fiebre chikungunya y la presencia de personas infectadas con el virus Zika, todas ellas causadas por la picadura del mosquito Aedes Aegypti y que puede afectar a las mujeres embarazadas principalmente durante los tres primeros meses de embarazo y causar microcefalia en los bebés (la OMS ha emitido una alerta al respecto recomendando no viajar en esas circunstancia). Esta situación afecta principalmente a los estados del Nordeste de Brasil aunque el virus está presente en todo el país. Recientemente también se han detectado casos de H1N1. Se recomienda en todo caso precaución y tratar de prevenir las picaduras mediante el uso de repelentes, ropa adecuada y evitar lugares y horarios propensos en la medida de lo posible además de buscar asistencia médica en caso de percibirse síntomas. La presencia del mosquito es mayor entre los meses de enero y abril y de octubre a diciembre.
Datos de interés: Telefonía: la calidad del servicio telefónico es buena. Los precios son muy variables dependiendo de cada compañía y del plan que escoja cada usuario; horarios comerciales: el horario comercial más habitual es de 9.00 a 18.00 aunque en las principales ciudades cada vez hay más supermercados que abren las 24 horas, incluso los domingos. El horario bancario, por el contrario, es muy reducido, de 11.00 a 16.00. La electricidad es de 60 ciclos, por lo que muchos aparatos eléctricos europeos no son utilizables.
