La bailarina estadounidense Joy Voelker llegó a Madrid hace 6 años, desde entonces se ha reconvertido en maestra de danza de niñas y niños pequeños.
Conoció a su marido madrileño en Nueva York, se enamoraron y decidieron trasladarse a Madrid para crear una familia en un entorno menos ajetreado, seguro y más tranquilo.
Con ella probamos una sesión de 'bungee dance', una nueva disciplina deportiva inspirada en técnicas circenses y que activa todos los músculos del cuerpo.
Para realizar este actividad es imprescindible un arnés a través del cual los bailarines se enganchan a una goma elástica que cuelga del techo y que les permite hacer todo tipo de saltos y piruetas en el aire.