Tal vez cueste creerlo, pero es así: La Moraleja hace cientos de años era una zona de campo por donde pasaba una gran Cañada Real que empezaba en la zona del Encinar de los Reyes y terminaba en el Palacio Real de La Moraleja. El bisnieto del fundador de esta urbanización, Juan Ussia, nos ha contado la historia.
De Cañada Real a urbanización de pisos de lujo
La Moraleja era hace años (pero muchos años), la zona de paso del ganado que venía de Burgos. Juan Ussia, bisnieto del Conde de los Gaitanes, recuerda su historia y cómo su bisabuelo tuvo la acertada idea de transformar aquellos ricos terrenos en pasto en lujosos terrenos para construir mansiones para los más adinerados. "Mi bisabuelo fue un visionario", nos dice Juan.
Y lo que por entonces era un coto de caza real, se transformó poco a poco en una lujosa urbanización, con 950 hectáreas, 1.050 viviendas unifamiliares y 400 adosadas.
En realidad, nos cuenta Juan, su bisabuelo tuvo la idea, pero vendió el terreno que había adquirido en 1934 a un fondo de capital belga, que luego se ocupó de re-parcelar la zona.
La Cañada Real comenzaba en El Encinar de los Reyes y terminaba en el Palacio Real de La Moraleja, que era de la madre de su bisabuelo, la 'Marquesa viuda de Aldama' (que da nombre a una gran avenida de esta urbanización). Este palacio fue destruido durante la Guerra Civil.
Aún queda una vereda
De todo ello queda bien poco: una vereda con un ancho de 20 metros: la vereda de Barajas a San Sebastián de los Reyes, que bordea la urbanización de La Moraleja. Hoy se puede ver desde el mayor club de paddle del mundo: 'El Estudiante'. Donde antaño se sembraban garbanzos, hoy es un enorme complejo con 40 pistas de paddle, campos de golf y pistas de tenis.
Sin embargo, no hace tanto que ha cambiado el paisaje de esta zona. "Hace 50 o 60 años seguía habiendo aquí mucha ganadería. Era una tierra de labradores. Había muchos conejos, algún zorro y perdices".
Hoy, dar un paseo por lo que fue esta cañada, es bien diferente. A los lados solo podemos ver impresionantes viviendas, como la de la baronesa Thyssen. 'El Lerele', que perteneció a Lola Flores, la que fue casa de Rocío Jurado, 'Montealto', o los chalets de futbolistas como Sergio Ramos o Isco.