Con una extensión de más de 220 hectáreas, más grande que el Principado de Mónaco, Mercamadrid cumple 35 años de actividad frenética, miles de compradores y el mejor género.
Su extensión es tan imponente como el dinero que genera, pues este negocio mueve más de 4.000 millones de euros al año, abastece a más de 12 millones de personas y da trabajo a unas 800 empresas.
Esta semana nuestra reportera Irene Falcón ha cogido su cámara para adentrarse en esta pequeña ciudad y conocer lo que allí ocurre mientras los demás duermen. Bienvenidos a Mercamadrid: la despensa de Europa.
Desde las 3h de la madrugada los compradores hacen cola para ser los primeros en acceder a los puestos. Son más de 15.000 vehículos diarios esperando el sonido de la bocina que indica que ya se puede comprar. Un pistoletazo de salida que vivimos junto a Ángel, un pescadero del barrio de Lavapiés que lleva más de 30 años madrugando para ir a Mercamadrid.
Hoy toca el afilado de cuchillos, y Ángel nos presenta a los propietarios de una tienda especializada en el mantenimiento de estos utensilios. Sirven a los mejores restaurantes y carnicerías, y es sólo uno de los muchos negocios necesarios en un recinto que también cuenta con bancos, gasolinera, papelería, despacho de abogados, estanco e incluso hasta un hotel.
Conocemos también a los proveedores de casi todo el bacalao de España, que curiosamente, viene de las islas Feroes, un exótico paisaje situado en el Atlántico norte, entre Escocia, Noruega e Islandia, y donde llueve más de 330 días al año.
Dan las 07:30 de la mañana y mientras la ciudad despierta, en Mercamadrid está 'todo el pescado vendido'. Muchos aprovechan para desayunar, o más bien almorzar, pues aquí lo habitual es que los camareros de las 14 cafeterías con las que cuenta, sirvan paella, fabada, callos o albóndigas a unas horas en las que el resto de la población aún está con el primer café.
Acompañamos también a un grupo de visitantes en una de las rutas que organiza el Ayuntamiento de Madrid para conocer Mercamadrid. Una cita gratuita para la que hay lista de espera de dos meses. Pero además, una vez al año se organiza otra visita muy especial. De la mano del chef madrileño Juan Pozuelo podemos descubrir productos peculiares como la flor eléctrica o aprenderemos a reconocer el pescado fresco.
Conocemos también a toda una familia que trabaja en un puesto de frutas por el que pagan unos 14.000 euros al mes, y entramos en las gigantescas cámaras frigoríficas de uno de los emporios de la carne más grandes de España. De aquí salen las hamburguesas más famosas del mundo.