Cristina González, propietaria de esta finca en la que actualmente se celebran bodas y eventos especiales, nos cuenta la historia de esta finca, situada junto a la Cañada Real, que en su tiempo perteneció a Felipe II y construyó un pabellón de caza del que apenas pudo disfrutar debido a su enfermedad. Esta finca también se usó posteriormente para el abastecimiento agrícola y ganadero del Monasterio de El Escorial.
Sus dueños crían actualmente en la finca vacas para carne y están comenzando a criar un animal cuya carne, además de cara, se está poniendo muy de moda en las carnicerías: el Kobe, un ganado japonés del que dicen sale la mejor carne del mundo.