Tras el triunfo de España en la Eurocopa de 2008, nuestro país se situó en el centro de todas las miradas del mundo del fútbol. Así surgió de la mano de Tomás Páramo Intersoccer, una academia de alto rendimiento a la que acuden chavales de multitud de países para formarse como futbolistas profesionales.
Por la mañana acuden al colegio y dedican las tardes al entrenamiento y la formación deportiva. A la academia acuden ojeadores de los grandes clubes para seguir la progresión de los chicos y de aquí ya han salido hasta siete jugadores profesionales.