El próximo viernes se estrena una de las películas más sorprendentes del último cine español, 'Quién lo impide'. Una cinta inmersiva dirigida por Jonás Trueba que refleja la realidad de la generación millennial. Varios años de rodaje, 300 adolescentes y más de 3 horas de metraje.
Y llega con premio. Concha de Plata a la mejor interpretación de reparto del último Festival de San Sebastián, un premio que ahora se turnan. Algunos creyeron en 2016 que rodaban un corto.
Trueba se sumergió durante cinco años en este nutrido grupo de millenniales para que expresaran sus anhelos, frustraciones y certezas entre la libertad y la improvisación.
Con alguna realidad ficcionada puntualmente, 'Quién lo impide' se rodó sin guion, con un equipo mínimo, dudas y fragilidades.
A raíz de participar en la cinta, algunos de los actores aseguran haber encontrado su sitio en la vida o al menos han tenido la posibilidad de verla en perspectiva, de sentir y transmitir sensaciones.
Concebida como una experiencia sociológica, inmersiva, artesanal y cinematográfica, a Trueba le atrajo la idea de una película en marcha, que acaba en suspensión. Pero no habrá segunda parte.