Los pequeños pájaros que habitan en la Madrid están sufriendo también los efectos de las altas temperaturas. El Centro de recuperación de animales de Grefa acoge a diferentes aves de la región con el objetivo de curarlas para que vuelvan a su hábitat natural.
Las especies que más reciben son vencejos, golondrinas, gorriones y palomas, hasta 4.000, sobre todo en estos meses de verano, que llegan deshidratados y desorientados por el calor, e incluso heridos, debido a que los nidos llegan a rozar los 50 grados, lo que provoca que se caigan de los nidos.
Desde Grefa, más de 100 voluntarios se encargan de alimentarlos bien y vigilar su estado de salud para que puedan volver a de nuevo a su hábitat natural.
En centro de la capital, esta semana también se han dado dos casos inusuales. El miércoles 3 un águila imperial se le encontró dando saltos por el Monasterio de San Lorenzo del Escorial y un buitre, cortó el tráfico en pleno centro de Madrid, en el barrio de Malasaña. Tanto el águila como el buitre estaban desorientados y deshidratados por culpa del calor.