Cada vez más personas están dispuestas a pedir un crédito, en concreto uno de cada tres, el doble que hace un año. El motivo principal por el que los consumidores llegan a pedir un préstamo es para llegar a fin de mes.
Según datos publicados por ASUFIN, el 29,3% de los consumidores pedirá un crédito. El 26,9% lo pide por necesidad, mientras que el 8,9% lo pide para hacer un viaje. En cambio, la demanda para comprar un coche o hacer alguna reforma en casa ha descendido.
Lo que más ha subido son los préstamos a corto plazo, casi un punto más que el año anterior. La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) ha pedido a las administraciones que tomen medidas para proteger a las personas más vulnerables, para afrontar compras, pagos habituales y deudas pendientes, en el contexto actual de inflación persistente.
La actual situación, según la Confederación, podría llevar previsiblemente a las personas más vulnerables a tener que buscar alternativas de financiación en condiciones mucho más graves como las tarjetas "revolving" y créditos rápidos.
La organización propone una serie de pautas al consumidor que quiera o necesite acceder a un crédito:
- Debe tenerse en cuenta la necesidad real de hacer determinados gastos o realizar una planificación de los mismos.
- Es recomendable comparar las distintas opciones que existen en el mercado y elegir la que mejor se adapte a nuestra economía.
- Para los créditos rápidos y las tarjetas "revolving" o similares es importante tener en cuenta las condiciones que tienen que ver con la forma de pago, el interés aplicable y el interés de demora, así como comisiones, recargos y demás gastos.
- Es importante revisar las consecuencias jurídicas y económicas en caso de un impago o retraso en el pago y el cambio de las condiciones del contrato, así como la existencia de cláusulas abusivas.