La OCU ha denunciado ante el Ministerio de Consumo algunas prácticas que están llevando a cabo los organizadores de festivales y conciertos de música.
Los motivos que aportan son cuatro: la prohibición de entrada con bebida y alimentos adquiridos fuera del recinto, la obligación de abonar las consumiciones con una pulsera de pago, el necesario alquiler de vasos para el consumo de agua potable y los precios abusivos.
Primero, lo que respecta a la imposibilidad de entrar con bebida y comida al recinto OCU considera que es una prohibición totalmente desproporcionada y estima que resulta en un desequilibrio entre ambas partes, pues los precios de las consumiciones dentro del recinto son abusivos, y genera un claro beneficio hacia el promotor del evento.
En lo referente a las famosas pulseras, como las del Mad Cool, donde se carga el dinero y son el único medio de pago admitido en el recinto para la adquisición de bebidas y alimentos afirma que es una práctica contraria a la normativa de consumo, que obliga a los empresarios a aceptar siempre el efectivo como medio de pago, y que además tiene unos elevados gastos de gestión y unas comisiones excesivas denuncia la OCU.