La mujer agredida brutalmente en Usera tiene miedo de que el agresor vuelva a intentar matarla.El hombre que la agredió fue puesto en libertad ayer con una orden de alejamiento y una pulsera de control que en las últimas horas se habría activado porque él estaba cerca.
En Madrid la última víctima lo puede contar pero tiene miedo porque su agresor sigue en libertad. No habían pasado ni 24 horas desde que le habían colocado una pulsera anti-maltratos cuando saltó el aviso. Dice su víctima, que David el agresor, había sobrepasado la distancia impuesta por el juzgado. Según ha contado a los periodistas cree que estaba cerca, acompañando a los familiares que habían ido a recoger sus enseres al hogar que compartían.
Un susto más en el horror cotidiano que David le había hecho vivir hasta el pasado domingo. Según la declaración de la víctima, aquella madrugada su pareja comenzó a propinarle puñetazos, patadas, rodillazos, llegó incluso a romperle un palo de aluminio en las costillas y a saltar sobre ella cuando estaba suelo... La encerró en un habitación hasta que, aprovechando que entró en el baño, consiguió escapar con sus hijos de ocho y diez años.
No era la primera paliza que le daba su marido. De hecho, la víctima tenía protección policial por una agresión a principios del año pasado. Pero la orden de alejamiento caducó el pasado agosto y habían vuelto a convivir.
Ahora, aunque el juzgado de violencia de género ha dejado en libertad con cargos a David, le ha vuelto a prohibir que se acerque a ella y le ha colocado una pulsera telemática para impedir que vuelva a intentar atacarla.