Retos entre adolescentes siempre ha habido. Pero los de ahora, se graban y se suben a las redes sociales. Los hay de todo tipo. Divertidos e inofensivos, solidarios y necesarios para visibilizar una situación, pero también peligrosos, hasta el punto de que en ocasiones se cobran vidas.
14, 16, 17 Y 19 años tenían los últimos fallecidos -de los que se tiene constancia- por un reto viral. A través de TikTok, el desafío consistía en robar coches de una marca y encenderlos con el puerto USB del cargador del móvil.
A pesar de saber que este tipo de acciones pueden ser peligrosas, el 8% de los adolescentes españoles afirma haberlas realizado. Lo habitual es hacer diferentes tipos de retos virales a la vez.
El selfie más extremo es de un joven que cae al vacío desde un cuarto piso. Otro simula un apuñalamiento y se hace un corte en la ceja. Uno se come una avispa viva y acaba en urgencias. Empuja a alguien a la calzada y es atropellada por un coche.
La principal motivación para participar en retos virales suele ser sentirse integrado en el grupo, conseguir likes y llamar la atención de mucha gente en poco tiempo. TikTok es la plataforma preferida. Su éxito se basa en vídeos breves, diferentes y de fácil y fugaz viralidad.