La subida generalizada de los precios que estamos viviendo tiene otra polémica vertiente, la reduflación. Con este término se conoce a una práctica comercial legal que las empresas aplican a sus productos para evitar que los consumidores se vayan a la competencia.
¿Y cómo lo hacen?. En lugar de subir el precio, envasan con menos cantidad de producto. Un ejemplo práctico: si antes pagábamos un euro por 500 gramos de un producto, ahora seguimos pagando el mismo euro por 450 gramos.
Con esta estrategia comercial, las empresas intentan camuflar la subida de precios. Algunas marcas comerciales ya lo están haciendo y podemos notarlo en los mercados.