Espectacular el nuevo aporte de lava que ha alcanzado por segunda vez el mar en La Palma. La nueva fajana se encuentra sólo a unos metros al sur del primer delta lávico. Justo sobre la playa de los Guirres. Una playa de arena negra que podría desaparecer engullida por esa nueva franja de tierra.
Un fenómeno que se monitoriza en todo momento y que graban drones como el de la Unidad Militar de Emergencias.
La Armada ha llevado a la zona el buque anfibio de desembarco Castilla. Sus lanchas servirán para transportar a una parte de costa, ahora incomunicada por las coladas de lava, a los agricultores. Podrán así regar sus plantaciones de plátano.
Y todo en un día en que se retoma la actividad presencial en las aulas. La calidad del aire ha mejorado. Pero aunque sigue descendiendo la emisión de dióxido de azufre, los expertos no se atreven todavía a asegurar el inicio del fin de la actividad volcánica.